Wednesday, November 23, 2005

Participación

Organicemos la participación ciudadana. . Creo que la participación cidadana se hará gracias a las nuevas tecnologías, y no sólo, como dice Néstor, en lo económico, que es lo menos importante, sino en todos los ámbitos. Es complicado, mucho más de lo que supone él, pero si no nos largamos entre todos, nadie lo hará. . En una época los hombres sólo podíamos vivir en una comunidad (un grupo, una tribu, una ciudad) cuando la organización se basaba en uno de ellos que se ocupaba de todo y era simultáneamente el poder ejecutivo, legislativo y judicial. De esa forma el pueblo subsistía porque el líder podía conducir al triunfo en las disputas con otras comunidades. Luego, con una sociedad más estructurada se pudieron separar los poderes y los ciudadanos nos apartábamos de la animalidad inicial. La democracia representativa otorgó el poder a algunos que legislaban y administraban el país. Pero la tecnología actual ya permite la verdadera democracia que terminará cambiando las cosas y podremos participar con ideas en los actos de gobierno. Pero lo más importante es que esa participación institucional irá creando responsabilidad, preocupación por los asuntos públicos, y en definitiva cultura política. Computación e Internet son las herramientas para este futuro cercano. Tomemos conciencia. Horacio.

Tuesday, November 22, 2005

Algunos temas de Políticas Argentinas

DERECHOS CONSTITUCIONALES, DERECHO AL TRABAJO. (pasado)

Por ejemplo el Derecho al trabajo. ¿Para que sirve si el Estado no puede asegurar un trabajo a todos los que quieran trabajar? Si sólo significa que no se puede impedir a un ciudadano que trabaje, esta interpretación debería aclararse bien en el propio texto de la Constitución (y en ese caso tampoco es de gran utilidad). Creo que la gente interpreta que se está faltando a la ley suprema cuando alguien no puede conseguir trabajo, y eso lleva a complicaciones como cortes de rutas, etc. Poner ese derecho en la Constitución suena a demagogia y populismo estéril. En general. haber puesto artículos declamativos como el derecho al trabajo es, EMHO, uno de los grandes errores de los políticos. Que existan leyes no operativas, siempre corrompe a todo el esquema legal.

Nuestro sistema funciona con empleados y empresarios, y ambos grupos están en un equilibrio dinámico en cuanto a cantidad de unos y otros e ingresos. Un empleado buscará ser cuentapropiasta o empresario si gana poco o si lo molestan mucho u otras causas; y un empresario de pyme buscará trabajo de empleado si le va mal o gana poco o el Estado lo acosa mucho. El Estado debería intervenir en esta dinámica sólo para que funcione bien, para que los empresarios sean los más aptos para esas funciones y para que los empleados se sientan bien. Pero lamentablemente, con las regulaciones que impone el Estado sólo logra entorpecer el funcionamiento. El país necesita de ambos sectores para la producción y esta funcionará tanto mejor cuanto mayor sea la colaboración.

Existen en este tema dos posturas: la sindical, la liberal.

La postura sindical: Propone que los beneficios de los asalariados sólo se logran con leyes que los protejan frente a los empresarios, y con la latente posibilidad de huelga legal. Es una posición más bien de enfrentamiento que de colaboración.

La postura liberal: Sostiene que el contrato de trabajo debe ser libre y que se logran remuneraciones buenas sólo cuando la producción y la ocupación alcanzan buenos niveles. Ciertas leyes no son adecuadas pues lo único importante es aumentar la producción para luego repartir.

Creo que el tema merece una discusión pública en profundidad, ya que hay muchos datos, nacionales y extranjeros. Pienso que deben ser los ciudadanos quienes propongan la legislación y que la decidan punto por punto luego de una amplio análisis televisivo. Debe hacerse una encuesta de contestación voluntaria.

DERECHO JUBILATORIO:

De acuerdo a la experiencia Argentina, el aporte para la jubilación es una pesada carga para todos que la mayoría de la gente no desea. En criollo, el que puede safar, safa. Ya sea el sistema de reparto como el de las AFJP muestran un resultado insatisfactorio. Es la gente la que debe decidir las leyes. No puede, no debe ser que el Estado me obligue a algo que supuestamente me beneficia, pero la experiencia dice que no es así. Pero por otro lado tampoco es bueno tener una ancianidad completamente desoprotegida pues no son pocos los que no piensan para nada en esa etapa de la vida. ¿Cual es la solución?

En otra parte describo mi Sistema de cuentas corrientes voluntarias con el Estado (Sistema CCE) que tiene múltiples ventajas, y en el caso del sistema jubilatorio es aplicable. Cuando un ciudadano se adhiere al Sistema CCE lo hace de por vida y alli se registrán, si el ciudadano quiere, sus acreencias. Si una persona adherida quiere autogarantizarse la jubilación deberá mantener acreencias suficientes para su mantenimiento en la ancianidad. El sistema CCE se ocupará de que un determinado monto mínimo sea intangible y fuera de riesgo.

Quien lo desee podrá optar por algún sistema de seguro de jubilación. Creo que deben existir varios sistemas con diferentes características y garantías tal que la gente pueda optar.

El esquema bosquejado debe desarrollarse mucho y discutirse públicamente en profundidad. No es conveniente que nos impongan las leyes y nos involucren sin nuestra participación. El que no quiera preocuparse por ese tema, no hay problemas, alguien se ocupará y saldrán esquemas buenos. Pero que la sociedad asuma su papel es algo positivo, no sólo porque es de esperar buenas leyes sino porque nos involucramos con el funcionamiento del país, de NUESTRO país.

EDUCACIÓN

Mi visión de la Futura Argentina se compone de distintos proyectos sobre aspectos diversos pero con la característica de que las soluciones están conectadas. Como siempre, pienso que también los esquemas educativos deben ser sometidos a la opinión pública porque de alli viene el dinero y en toda la sociedad se vuelcan los beneficios. Mi esquema está vinculado al proyecto de Distritos Electorales y al Sistema CCE (cuentas corrientes con el Estado). En este contexto la educación hasta un nivel de 20 años de edad de los educandos (casos comunes) debe ser resuelto operativamente dentro el Distrito de unos 200.000 habitantes. Cada distrito determina libremente como se opera, que es lo gratuito y que no, las condiciones docentes y otras. Luego veremos cual sería la función del Estado nacional.

En el estado que está Argentina, todos o la gran mayoría de los Distritos están en condicines de resolver eficientemente la enseñanza hasta un nivel mental de unos 20 años de edad. No hay ninguna razón para que el Distrito no tenga la libertad de decidir los pormenores de la educación de tal modo que la voluntad popular pueda ser diferente en unos y otros. Unos pueden decidir que sea gratuito mientras otros pueden optar por un sistema mixto. Por supuesto esto requiere que los recursos provengan de la gente del propio distrito (y que si cada distrito se paga la educación ese monto se deduciría del impuesto que cobra el Estado Nacional).

Una función del Estado sería que la denominación de los Títulos y el significado educacional de cada uno, sea el mismo en todo el país. Los títulos y planes de estudio lo puede elaborar el Estado Nacional en base a las propuestas de los mismos distritos. Puede que convenga que el mismo título lo otorgue el Estado, previo un examen general que sus docentes tomarían a todos los educandos del país. Otra función sería proveer enseñanza a los niveles mayores de 20 años (tercer año universitario y mayor) y los cursos de pos grado. Otras funciones posibles del Estado serían promover (y subsidiar) la educación en los distritos menos desarrollados, analizar las eficiencias educativas de los distritos, promover la buena educación de los más postergados, tengan o no recursos, etc

Bueno, presento esto como un esquema muy genérico que no tiene sentido discutir detalles como por ejemplo cuales derían los títulos si previamente no se afirma un criterio como el expuesto.

Problemas con las leyes.

Me parece que los ciudadanos sin poder seríamos los únicos interesados en hacer las cosas bien en Argentina. Por eso tenemos que organizarnos. ¡Y Qué difícil es! Yo vengo haciendo una serie de propuestas que están integradas en un todo orgánico y abarcan varios aspectos de la problemática nacional. La idea era tomarnos 15 años para completar un proyecto participativo, al mismo tiempo que se asumen las reformas que de esa forma tendría una orientación.
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EN NUESTRA SOCIEDAD LAS COSAS NO SE RESUELVEN RACIONALMENTE, DE ACUERDO A LEY, SINO POR FUERZA DE LOS GRUPOS DE PODER. Me preocupa que muchas acciones del gobierno se aparten de lo que claramente mandan las leyes, como por ejemplo aquel acuerdo nuclear con Australia fue una violación flagrante de la Constitución. Pero es imposible evitar el incumplimiento por parte del mismo gobierno que es el encargado de aplicarla. En esos casos las consecuencias son desastrosas para todo el esquema legal. Los responsables son, en buena medida, los que firmaron el famoso pacto de olivos. ¿Porqué pasa eso? Porque la Constitución sale de un mal pacto entre Alfonsín que quiso introducir “grandes principios progresistas” a cambio de la reelección que era el interés de Ménem e hicieron un adefesio de CN.
.Sabemos por experiencia y por lógica que las leyes, incluida la Constitución pueden CONTENER ERRORES. HAY DOS REACCIONES EN ESTOS CASOS: están los principistas que sostienen que jamás se deben apartar de la letra de la ley, y están los que tratando de usar algún subterfugio de apariencia legal enmiendan el error de la ley para solucionar un caso particular. Es una pelea eterna y ambas soluciones son perjudiciales. ¿Cuál es entonces la solución? Hay que inventar un mecanismo para determinar sin lugar a dudas que existe un error en la norma y otro mecanismo para modificarla (la ley o la Constitución) muy rápidamente para que el error sea corregido para ese caso y para todos los casos futuros iguales. Creo que ese mecanismo puede crearse, pero está dentro de una nueva concepción del Estado, de la política y la participación ciudadana. De allí nuestra propuesta de que la sociedad resuelva pasar a una especie de “estado deliberativo” en el que se considere mejorar tanto una estructura global como las situaciones particulares. Horacio.